ummmmm! Bizcocho

Aunque pueda parecer básico y sencillo, un bizcocho de vainilla tiene su qué. Encontrar esa receta equilibrada que dé lugar a un bizcocho suave, esponjoso, húmedo y con un rico sabor para mí no ha sido tarea sencilla

El secreto de esta receta radica en el batido de los huevos. Por un lado tenemos la esponjosidad clásica de las claras a punto de nieve, que siempre proporciona una textura liviana y etérea… Pero en este bizcocho las yemas se baten también de un modo especial; el punto cinta. Se trata de un batido exhaustivo de las yemas junto el azúcar (y en este caso un poco de agua), lo que termina de proporcionarle esa textura suave y húmeda que me tiene enamorada.

Bizcocho esponjoso

2 huevos a temperatura ambiente (claras y yemas por separado)

Una pizca de cremor tártaro

40 ml de agua fría

90 g de azúcar blanquilla

1 cucharada de pasta de vainilla

80 g de harina de trigo común

¼ cucharadita de levadura química

Una pizca de sal fina

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Elaboración

Precalienta el horno a 180 ºC.

Separa y reserva las yemas de los huevos.

Mezcla las claras con el cremor tártaro y móntalas a punto de nieve con las varillas a velocidad máxima.

Reserva.

Echa las yemas junto con el agua, el azúcar y la vainilla en el bol y bátelas con las varillas durante 10-12 minutos a velocidad máxima. Con esto lograremos el punto cinta.

Tamiza la harina, la levadura y la sal sobre la crema de yemas y mezcla con unos pocos movimientos envolventes, sólo hasta que se integre.

Agrega las claras a punto de nieve y mezcla de nuevo suavemente hasta que se integren, con cuidado de no perder el aire que hemos introducido al batir.

Engrasa un molde circular de 15 cm de diámetro con spray desmoldante y vierte la masa.

Hornea sobre la rejilla durante 30 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro éste salga limpio.

No abras el horno durante el horneado, si no el bizcocho se bajará.

Cuando esté listo, apaga el horno y deja enfriar el bizcocho dentro con la puerta abierta. Esto ayudará a que el bizcocho enfríe más lentamente y no se baje.

Luego colócalo sobre una rejilla para que se enfríe por completo.Desmolda el bizcocho con cuidado.